lunes, 6 de octubre de 2008

El Liverpool se exige a sí mismo

Llevamos ya siete jornadas y el arranque de la Premier ha sido espectacular y viene con una noticia excelente: el Liverpool de Benítez quiere estar en la cabeza de la carrera.

Lo comprobé anoche, que me quedé viendo en diferido el partido entre City y Liverpool. Me lo pasé en grande disfrutando de la alegría de un equipo que quiere ser alguien, como el City, que vapuleaba a todo un Liverpool antes del descanso (golazos de Ireland y Garrido); y disfrutando también de la remontada de unos reds, que supieron aprovechar la expulsión de Zabaleta y quisieron sumar los tres puntos en su visita al City of Manchester, con un pletórico the Kid Torres.



He de decir que se me hizo muy raro ver a Robinho vestido de celeste. Desde la grada del Bernabéu le tenía cariño a este brasileño que nos deslumbró en su debut en Cádiz y al que le debemos la mitad de las dos últimas ligas blancas. Así que reconozco que ayer se me hizo extraño verle por la televisión en otro equipo, en otra liga y vestido con una camiseta diferente a la blanca, cuando precisamente yo volvía de un partido del Bernabéu donde había echado de menos la chispa, la magia, la verticalidad y el desborde que ofrecía este irregular genio brasileño, que aunque no acababa de explotar, era uno de los pocos que te ofrecían algo diferente en un encuentro.



Ayer le vi con muchas ganas y aunque no tuvo fortuna, sí que llevó peligro. Me gustaron también mucho Riera (que muy pronto volverá a la selección), Garrido (que demostró que será titular con Hughes en el City y marcó un golazo de falta), Ireland (que deslumbró con su gol) y por supuesto, el de Fuenlabrada, el que nos dió la Eurocopa, Fernando Torres, que sigue progresando adecuadamente y que ya puede presumir de ser uno de los mejores nueves de Europa.



Chelsea y United también sacaron buena nota en sus encuentros ligueros. Los blues ganaron en casa y suman ya 86 partidos de liga sin perder en casa (da vértigo sólo de pensarlo), mientras que los red devils ganaron 0-2 a domicilio en el siempre complicado Ewood Park donde Ferguson se enfrentó desde el banquillo con su ex-pupilo Paul Ince, que dirige ahora al Blackburn Rovers.

Quien pinchó fue el Arsenal de Wenger, que estuvo a punto de dejarse los 3 puntos en casa del Sunderland de Keane (parece que Ferguson aleccionó bien a sus chavales que hacen carrera en los banquillos de la Premier: Roy Keane, Mark Hugues, Paul Ince). El primer gol de Fabregas en esta temporada liguera ya en tiempo de descuento sirvió a los gunners para no alejarse excesivamente de la cabeza, donde misteriosamente se ha metido el Hull, que con una victoria en White Hart Lane, ocupa la tercera plaza de la tabla y hace temblar los cimientos de los Spurs que empiezan a dudar de los méritos de Juande para llevar las riendas de los londinenses.

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