El Liverpool camina muy firme

Parece que este año puede ir la vencida para los reds, que apuntan claramente al campeonato, dieciocho años después. Pasó el Boxing Day, pasó la jornada del domingo, y los hombres de Benítez acumulan unos números excepcionales con trece victorias, seis empates y una sola derrota.

He tenido la suerte de poder ver los dos encuentros jugados estos días de Navidad y la verdad es que la impresión fue muy buena. Cierto que los rivales (Bolton y Newcastle) no eran rivales de entidad, pero, precisamente por eso, los reds no se limitaron a vencer de forma rácana o simple, sino que hicieron ocho goles y únicamente encajaron uno. Una solvencia que no han sido capaces de demostrar los otros dos aspirantes (retiro al Arsenal de la pelea porque diez puntos parecen demasiados puntos a recortar por los hombres de Wenger).



El Chelsea parece que ha bajado el espectacular ritmo con el que empezó la temporada y no acaba de encontrar el punto a este final de año. Al final sufrió más de la cuenta para pasar en la Champions y sus últimos resultados (empates con Fulham, Everton y West Ham, y victoria simplona por 2-0 ante el colista, WBA) hacen pensar que no termina de estar engranada la máquina de Scolari. Cierto que las lesiones no ayudan, pero tampoco viene bien al equipo la permanente sombra que se cierne sobre la figura del entrenador. Tras las cesiones de Mourinho y Grant, suena ahora que Scolari durará poco en el banquillo de Stanford Bridge y que Mancini apura sus clases de inglés acelerado para hacerse cargo con el banquillo blue.



Mientras, el United, flamante ganador de la Intercontinental (qué triste decir Mundialito de Clubes), también parece atascado, aunque más por el cansancio del viaje que por otro motivo. Ayer le costó derrotar al Boro en su casa, y a punto estuvo de llevarse un susto a última hora. En cualquier caso, pese a jugar sin demasiadas ideas, creó ocasiones claras. Y es que eso es lo bueno de tener tanta pólvora como la que este equipo acumula arriba (Ronaldo, Berbatov, Rooney).



Cuando Ronaldo no está fino, es el búlgaro el que la enchufa, como pasó ayer mediada la segunda parte. Y si las cosas no van del todo bien, miramos al banquillo y sacamos a un genio como Scholes que en quince minutos da una clase magistral de pases y a pensar en la FA Cup, que está ya a la vuelta de la esquina.